PRAGA, la ciudad bohemia

La capital checa se caracteriza por estar repleta de cafés bohemios e iglesias góticas que salen al paso en calles empedradas llenas de músicos y terrazas con un gran ambiente durante la época estival. Esta ciudad muestra deja grandes huellas de cultura e historia a lo largo de sus calles desde la Ciudad Vieja y el Castillo. Los siete puntos clave que no podemos dejar de visitar de esta ciudad centroeuropea son:

- Ciudad Nueva: Aquí podremos encontrar cantidad de edificios modernistas, la Ópera y el Teatro Nacional. La plaza que se sitúa en la Ciudad Nueva está compuesta por  el antiguo Ayuntamiento y el conocido Reloj Astronómico. También  podemos visitar en este mismo lugar los palacios nobles, la iglesia de San Nicolás y Nuestra Señora de Tyn.

- Castillo: Sus mayores atractivos los constituyen el antiguo Palacio Real, la catedral de San Vito y el Callejón Dorado.

- Josefov: Consiste en un barrio judío  donde el punto clave es el comercio.



- Malá Strana: Está formado por numerosas iglesias y palacios barrocos

- Puente de Carlos: Une el anterior barrio, Malá Strana, con la Ciudad Vieja.

- Casa danzante: Sin duda alguna uno de los atractivos turísticos de Praga más importantes. Este edificio desconstructivista se asemeja a una pareja de bailarines, de ahí que también sea conocido como Ginger y Fred (imagen derecha)


Praga no deja indiferente a nadie. Estas son solo unas pequeñas pinceladas de lo mucho que podéis encontrar en la capital checa, así que no dejéis de visitar este rincón mágico europeo que encierra millones de misterios.